viernes, 13 de octubre de 2017

Escapadas literarias en octubre

Las últimas presentaciones a las que he asistido me han deparado un rastro inolvidable. Libros y más libros, visitas a librerías, reencuentros y poemas compartidos. Apenas si he tenido tiempo para ordenar tantas sensaciones. La visita de Javier Sánchez Menéndez a Cáceres, el pasado 6 de octubre, además de propiciar la obligada relectura de sus obras, me permitió coincidir de nuevo con autores amigos como Hilario Jiménez o Antonio Reseco, hilvanar proyectos de futuros encuentros literarios, y descubrir obras como "Y es noche siempre", de la escritora Concha de Marco, que Hilario Jiménez ha preparado y cuidado para la editorial Renacimiento, antología editada con exquisito gusto, y que sin temor a equivocarme, pasa por ser uno de los mejores volúmenes de poesía que han tenido entrada últimamente en mi biblioteca. Más que agradable la sorpresa de encontrar un discurso poético tan coherente e intenso, cercano y bien construido. Una voz que desde luego, merece estar con toda justicia a la altura de sus contemporáneos varones. Bien lo dice el antólogo, es obligado reivindicar la voz de estas mujeres intelectuales, casi olvidadas, pero fundamentales para entender nuestra cultura y nuestra historia. Y es que, insisto, me parece un lujo este libro, imprescindible en estos tiempos de deriva de lo que es verdadera poesía.



Mi visita a Madrid con motivo de la presentación de "Nortes", de Antonio Linares, tuvo el encanto del que se impregnan las cosas breves, el aroma de lo inmediato. Pisar Madrid un lunes, en día laborable, se diría una heroicidad, un capricho, y más aún si la excusa es la presentación de un libro de poemas. Se minimizan las distancias, no hay lugar para la fatiga. Salir del entorno cotidiano para reencontrarse con amigos que comparten idénticas obsesiones, mismas formas de entender la realidad, no es algo a lo que uno esté acostumbrado. En el laberinto de esta ciudad de rutas inabarcables, el desembarco en un océano de libros es parada obligatoria. Y claro está, tras pasar por La Casa del Libro, en Gran Vía, no es difícil intuir la ebriedad de mi equipaje, atestado de nuevos títulos, procedentes de unas estanterías que presentan la poesía como fenómeno de masas, con autores superventas que parecen haber logrado vencer el ostracismo tradicional del género. Son otros sin embargo los destinos de mis búsquedas. Editoriales como "Reino de Cordelia", "Acantilado", "Renacimiento" o "Lastura", ofrecen propuestas que me digno aceptar y nombres, más o menos conocidos, que me brindan un diálogo con el idioma que entiendo merecedor de mis atenciones. No por más pronunciados, Luis Alberto de Cuenca, Adam Zagajewski, continúan de plena actualidad con libros como "Elsinore, Scholia, Necrofilia", o "Asimetría", que respectivamente publican Reino de Cordelia y Acantilado


                 

                 

El primero contiene una poética ya antigua de Luis Alberto, no por ello menos valiosa, en una edición que una vez más, como nos tiene acostumbrados esta editorial, cuida la presentación del texto y el estudio previo de su contenido, tendiendo puentes para una lectura cómoda y accesible. El segundo, constituye un descubrimiento, para quien no se ha adentrado en la obra del escritor polaco, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2017. Para terminar, nada mejor que una ojeada a los exquisitos poemas "venezianos" que José María Álvarez, en edición de Alfredo Rodríguez, para Renacimiento, selecciona en el volumen "El vaho de Dios", lujo y culturalismo revisitado que constituye todo un regalo para los sentidos. Un libro más de esos, que como antes decíamos de la antología de Concha de Marco, se antoja necesario. 





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